José Inés Figueroa Vitela
Palabras de Sit
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El propio Gobernador EGIDIO TORRE CANTU llegó acompañado de su Coordinador de Comunicación Social GUILLERMO MARTINEZ y de entrada en entrevista anunció que en dos semanas habrá Plan Estatal de Desarrollo.
Aunque la legislación concede hasta seis meses para presentar el documento rector del oficio público, el Mandatario estatal anunció no han de esperarse; la propuesta es cotejada con el gabinete y los alcaldes por lo que prácticamente se ha redondeado ya.
En el origen, no faltó quien se escandalizó cuando el nuevo mando anunció tres meses para asentarse, reconocer el terreno, proyectar e iniciar las acciones directas del plan gubernamental.
Y sin embargo, los espacios resultarán cortos, si consideramos que hay territorios donde se debe partir prácticamente de cero; entre ellos, el de la seguridad y justicia será un clamor generalizado.
Durante un reciente encuentro del alto mando doméstico con las representaciones de la judicatura federal resultó una máxima que ya se sospechaba pero no se había dimensionado justamente.
En los tribunales federales, la última instancia del proceso judicial, la paridad de antaño entre los recursos laborales y penales se ha desequilibrado; ahora dominan los asuntos que tienen qué ver con el trabajo y solo un diez por ciento son penales.
Frente a esa realidad se presume la ausencia del ministerio público; la merma en la parte acusatoria es coto del fenómeno que ha llegado a considerarse como la suplantación del estado mismo.
Por eso se tienen qué renovar las fiscalías y como en el caso de las policías, es un tema complejo; si fuera solo de incrementar los salarios sería muy sencillo: hay que depurar, reclutar, preparar, con todos los sistemas de control y seguimiento.
En la última convocatoria se requerían 400 policías, respondieron al llamado 240, pasaron los exámenes de ingreso 130 y se quedaron solo cuarenta.
Si no hay fiscales, tácitamente tampoco hay policías. En ese escenario se considera la contratación de elementos venidos de fuera, cuya preparación ya se haya experimentado en otros cuerpos, incluido el ejército y las fuerzas federales, siempre al tamiz de los controles de confianza.
Se tiene qué equiparlos, pagarles bien, darles un sistema de seguridad social adecuado con vivienda, seguro, salud, becas para sus hijos y ello eventualmente requerirá reorientar presupuestos.
El problema del narcotráfico y la delincuencia organizada en general es un tema de la federación; los policías estatales y municipales no deben, no pueden hacerse cargo de ello; concurrir si, apoyar, coordinarse, pero no es su responsabilidad.
Y sin embargo, el problema ahí está y a todos nos afecta además como aliento a la delincuencia común. La estrategia desplegada por el gobierno federal evidentemente no ha sido la adecuada; la persecución y confrontación llana, sin el apoyo de “inteligencia”, vino a alterar la paz social y sembrar dolorosos “daños colaterales”.
Aunque el ambiente tiene fecha de caducidad en cuanto concluya el actual gobierno –“cuando regrese el PRI a la Presidencia se acabará esto” dicen los priístas-, tampoco se trata de esperar sentados a que pase el tiempo.
Por eso desde el plano local se trabajará en desarrollar estructuras propias, fuerzas de reacción para darle respuesta a la sociedad que está urgida de recuperar la confianza en su gobierno y las instituciones.
Esclarecer los crímenes de la misionera norteamericana NANCY DAVIS y del General MANUEL FARFAN, titular de Seguridad Pública en Nuevo Laredo, son objetivos primordiales en ese destino.
Y sin embargo volveremos al entrampamiento de origen; las indagatorias del Ministerio Público toparán en pared si no va atrás la fuerza federal pues al final del día reaparecerán los grupos proscritos de competencia central en el proceso.
Ese reconocimiento institucional ya se construía en el primer mes del nuevo gobierno, hasta los sucesos aquellos que echaron por la borda el espacio ganado; remontarlo ahora será más difícil pero resulta inaplazable.
La “administración del terror” a que tiene sujeto la federación a las entidades resultará de un intento externo por debilitar el pacto federal, aunque al Presidente le hagan creer es lo más saludable para su partido.
Que con su pan se lo coman; mientras tanto acá no queda mas que remitirse a otro viejo adagio: a Dios rezando y con el mazo dando. Al ex Gobernador TOMAS YARRINGTON RUVALCABA le dolió tanto las expresiones vertidas en una columna que publica EL BRAVO de Matamoros, que exigió su derecho de réplica y amenazó con recurrir a las instancias jurisdiccionales.
No precisa específicamente qué fue lo que más lo ofendió o si fue todo el contenido del escrito. No vamos a repetir los pretendidos insultos, pero si advertiremos que más ha de lastimarle que el escribidor aquel lo haya “candidateado” a una Senaduría Plurinuminal, pues si él quiere ser Senador jamás llegará por esa vía.
No en este tiempo cuando la fila es larga en el concierto nacional, los bonos cortos y los espacios escasos; son 32 para repartirse entre todos los partidos políticos con sus derechos a salvo; hoy mismo solo tiene el PRI 6 de ese origen.
Como antes mencionamos, el Gobernador ayer despachó en Palacio y si el clima lo permite -hay otro pronóstico de frente frío para mañana- continuará sus giras de reconocimiento esta semana, ahora por Tula, Palmillas y Bustamante.
La elección del pasado domingo en Baja California Sur será para poner a reflexionar a varios y a trabajar a todos, dentro de los partidos políticos.
Aunque desde el resto de los partidos todos lo ponen en la construcción de la derrota del PRI en la elección presidencial del 2 mil doce si con eso la izquierda no reacciona, ya no lo hará con nada.
El gran derrotado de la jornada lo fue el Partido de la Revolución Democrática, que llevaba ya tres administraciones estatales dominando y ahora pasó a la tercera fuerza política.
De estar en nada, el PAN ganó la gubernatura; el PRI igual creció al logar la alcaldía capitalina y Loreto, dos de los cinco ayuntamientos y el PRD se redujo a solo tres de los 16 escaños en el Congreso que dominaba. BCS fue una concesión del viejo sistema priísta al PRD; el PAN ya empezó a quitarles hasta eso y sus mandos siguen tan contentos con esas alianzas.
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